11 hábitos para traer innovación a un servicio consistentemente

11 hábitos para traer innovación a un servicio consistentemente

Hablar de innovación es hablar de creatividad. Es lo que nos permite imaginarnos algo que aún no existe y traerlo a la realidad. Ahora, ¿Cómo sabes si lo que estás trayendo al mundo tiene sentido? Cuando pensamos en la creatividad, no hay tal concepto como un error. Ser creativo es un acto de fé y confiar en el proceso.

Sin embargo, cuando se habla de innovación en el mundo de los negocios, hay muchos riesgos y variables, lo que dificulta la creatividad. Es más tentador ver lo que hizo un competidor o seguir haciendo lo que funciona o funcionó en algún momento y esperar lo mejor.

Aquí 11 secretos te ayudarán a combinar la creatividad, el juego y la aventura, con los datos, el análisis y la realidad de un negocio.

#1

Recuerda porque empezaste

He visto en repetidas ocasiones como el pasar de los años va quitando la inspiración y el brillo de servicios y sus fundadores. Se van acabando las ideas, y más peligroso aún, las ganas de tener nuevas ideas.

Un buen hábito para retomar la inspiración y ganas de probar cosas nuevas es recordar porque empezaste.

¿Qué te llevo a hacer todo el trabajo necesario para levantar un negocio en su momento?

Ese mismo sentimiento que te impulsó en un inicio, puede darte nueva energía para innovar.

#2

Ten un día de observación

Es fácil caer en la rutina del negocio, repetir lo que hicimos el día anterior, y al día siguiente volver a hacerlo. Después de todo, es lo que ha funcionado hasta ahora.

Sin embargo, el método por excelencia para innovar empieza en el camino opuesto; observar.

Hay una conocida técnica de investigación llamada Safari, donde la idea es observar al cliente y su proceso, sin intervenir. Este mismo principio se usa en investigación de usuario para desarrollar productos digitales.

Usar este concepto de observación del servicio (sin intervenir) pone al investigador en un espacio privilegiado para analizar, empatizar e idear mejores procesos y soluciones.

#3

Piensa en todo como versiones

¿Por cuál Iphone vamos ya? el 16? los últimos cuatro son iguales. Ahora bien, comparar el Iphone de hoy con el primer Iphone es una injusticia.

Probablemente no vayas a crear un tesla mañana, pero si una carretilla, o una bici, y eso está bien. En Silicon Valley hablan de MVP, el fundador de PayPal escribió el libro Lean Startup, y el Design Thinking habla sobre prototipar. Todas estas prácticas y filosofías repiten una cosa:

Construir algo rápido y mejorarlo con el tiempo.

#4

Prioriza la colaboración y el pensamiento grupal

Prioriza la colaboración y el pensamiento grupal

Una persona siendo creativa es una cosa, pero una organización entera practicando la creativa es otro nivel. El pensar diferente se ve amplificado cuando hay varias personas involucradas, cada cabeza es un mundo y todos podemos aportar una perspectiva distinta.

Piénsalo así, una persona puede dibujar un círculo, un grupo de personas terminan haciendo una esfera. Hablar sobre posibles ideas de innovación en un espacio de constante retroalimentación con tu equipo o el mercado es lo que da coherencia e impulso a las ideas.

#5

Cambia, añade o elimina algo pequeño una vez al mes

Somos seres de hábitos. Sabemos que comenzar uno es muy difícil, pero continuar uno que has hecho por años requiere casi cero esfuerzo.

Lo mismo pasa al practicar la creatividad en los negocios, si constantemente hacemos el ejercicio de pensar como las cosas podrían ser diferentes, y sobre todo, ejecutamos nuestra idea, nos vamos a familiarizar con el proceso de materializar el futuro.

Llegar una hora más temprano a tu negocio probablemente no signifique mucho riesgo, cambiar el saludo que le das a tus clientes o mover aquel objeto de lugar. Piensa en algo que te gustaría ver diferente, no sea muy difícil cambiar, y hazlo sin pensar demasiado.

#6

Haz algo que sabes que no va a funcionar

Igual que el punto #5 pero sabiendo que vas a fallar, o al menos, a tener cero impacto en nada.

Puede sonar contra-intuitivo, pero si pensamos que en muchos casos hay 50% de probabilidad de éxito, conocer bien el escenario donde no funcionó tu esfuerzo te ayudará a perfeccionar el arte de cambiar problemas en oportunidades.

#7

Prueba un nuevo servicio o producto

Más allá de buscar ideas para aplicarlas a tu propio servicio, se trata de arriesgarte. Hacer algo por primera vez estimula la creatividad ya que te obliga a observar y procesar una nueva experiencia.

Ir a una nueva peluquería, darte un masaje, quedarte en un nuevo hotel, cambiar de dentista o probar un nuevo plato en tu restaurant favorito ayuda a familiarizarte con esa sensación de incertidumbre y ansiedad, tan común en la innovación.

#8

No dejes que pasen cinco años

Para todo en la vida hay que poner un límite, ayuda a conseguir y mantener el balance. Cinco años suena como el número correcto para detenerte a pensar fuertemente en las cosas que hay que replantearse.

He visto negocios mantener su oferta, el aspecto de su tienda o su marca, mismos equipos, mismo horario, por 10 años y el resultado es que puedes ver el polvo acumularse. Tal vez no literalmente, pero puedes ver que la motivación y el brillo está opaco por una capa de "polvo".

Creo que no hay nada peor para la experiencia de cliente, la hospitalidad y la diferenciación de un servicio, que la rutina prolongada.

#9

Aprende sobre el porque

Importante aclarar que es el "porque" de tus clientes, no el del negocio.

Si preguntamos porque están bajas las ventas, tu como dueño de negocio puedes concluir que las personas ya no quieren gastar dinero en este servicio o producto que tu ofreces, pero si le preguntas al cliente puedes tener una respuesta totalmente diferente.

Aprender los hábitos, intereses y motivaciones de tus clientes es clave para innovar, y para hacerlo con propósito. Entender a tu cliente requiere saber porque adopta un comportamiento y no otro, y en esos espacios de empatía es donde está la brecha entre rutina y creatividad.

#10

Funciona, hasta que se demuestre lo contrario

Mantener el momentum es imprescindible en cualquier proceso creativo. Si dejamos a nuestro adulto racional tomar decisiones, es posible que quiera protegernos y dejar las cosas como están, ir por lo seguro, y por lo tanto, callar la voz de nuestro niño interno.

Una cosa es fallar y otra no empezar por miedo a fallar, con la primera aprendes, con la segunda te apagas.

#11

Las metas pueden cambiar, práctica mejorar el proceso.

Si llegaste a este último hábito, debes saber esto; el conocimiento sólo es útil si cambia tu comportamiento. Si aprendes algo nuevo que no cambia en nada como sueles actuar, sólo fue entretenimiento, igual que ver alguna película.

Este última hábito es clave en la búsqueda de innovación y creatividad. Estar al frente de lo que existe y no existe aún puede ser aterrador, nadie que te guíe ni te enseñe el camino, sin embargo, hay procesos, herramientas, técnicas y métodos para navegar esta incertidumbre.

El proceso cambia para cada negocio. He visto de primera mano como prosperan servicios que crean sus propios procesos, ajustándolos específicamente para sus necesidades.

Piénsalo así, puedes aprender a cocinar unos huevos revueltos, o puedes aprender a cocinar.

Newsletter

Artículos mensuales sobre Experiencia de Cliente y Service Design

hola@thepersonacompany.com

Santiago - Chile

2025

Newsletter

Artículos mensuales sobre Experiencia de Cliente y Service Design

hola@thepersonacompany.com

Santiago - Chile

2025

Newsletter

Artículos mensuales sobre Experiencia de Cliente y Service Design

hola@thepersonacompany.com

Santiago - Chile

2025